Recuerdos
Hace tiempo se descubrio un sitio, lejos de casa, lejos de miradas, donde no éramos conocidos. Un sitio para sentirse bien, agusto. Donde poder tomar algo tranquilo sin reconocer ninguna cara.
Empezamos a frecuentar ese lugar, acogedor, donde ya fuimos tomando confianza, donde nos trataron como en casa. Donde ir era estar tranquilo. Íbamos muchos fines de semana, para acabar bien la semana, para empezar de nuevo con la rutina, para empezar un poco el distanciamiento que nos iba a deparar durante la semana y que fuese más llevadero.
Con el paso del tiempo, ese distanciamiento semanal se convirtió en convivencia y seguimos llendo a ese lugar, que ya se encontraba más lejos de casa, pero no lo dejamos de lado, seguimos con la frecuencia, menos frecuente, pero seguimos. Al poco tiempo llegó la del cabello suave, y tuvimos que suprimir esa frecuencia, más tarde llego el azote mundial del COVID y el mundo se paró.
Pues hace poquitos días, pensando donde ir, se nos encendió la bombilla, ¿dónde vamos a llevar a la del cabello suave?, -¿estará abierto el lugar aquel? - busco por internet y dice que si. - pues vamos para allá. Efectivamente, estaba abierto, pero lo más interesante fue cuando recibimos las palabras de "hace tiempo que no veníais por aquí", sorpresa nuestra de que se acordara de nosotros. ¿tan poco hemos cambiado en este tiempo?

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