Julián

 Hace un tiempo os comenté sobre el dolor de la esperanza, y lo que bueno que es compartir ese dolor, que se debe de llevar entre 2, que así será más fácil, sobre todo cuando esa esperanza se consigue entre 2 personas. Comentar, que ese dolor de la esperanza se ha roto, por cosas de la vida, se ha roto, ya no hay ese dolor que compartir, se ha conseguido romper de forma natural, ahora mismo y en la actualidad solo hay esperanza, alegría, futuro. Ahora mismo solo queda esperar a que llegue el final de "esa esperanza", que por supuesto acaba de empezar. Por ello y por todo lo demás, se ha roto el dolor. Se ha conseguido lo esperado con tanta esperanza, con tanto empeño puesto, con tantos intentos fallidos hasta dar con la tecla adecuada, en el momento oportuno. Al final, el que la sigue la persigue y la consigue. Se ha conseguido, falta llegar hasta el final de esa esperanza.....

 Hace tiempo se descubrio un sitio, lejos de casa, lejos de miradas, donde no éramos conocidos. Un sitio para sentirse bien, agusto. Donde poder tomar algo tranquilo sin reconocer ninguna cara. Empezamos a frecuentar ese lugar, acogedor, donde ya fuimos tomando confianza, donde nos trataron como en casa. Donde ir era estar tranquilo. Íbamos muchos fines de semana, para acabar bien la semana, para empezar de nuevo con la rutina, para empezar un poco el distanciamiento que nos iba a deparar durante la semana y que fuese más llevadero. Con el paso del tiempo, ese distanciamiento semanal se convirtió en convivencia y seguimos llendo a ese lugar, que ya se encontraba más lejos de casa, pero no lo dejamos de lado, seguimos con la frecuencia, menos frecuente, pero seguimos. Al poco tiempo llegó la del cabello suave, y tuvimos que suprimir esa frecuencia, más tarde llego el azote mundial del COVID y el mundo se paró. Pues hace poquitos días, pensando donde ir, se nos encendió la bombilla, ...

Hace días que no vienen a verme las musas, la libreta me acusa de querer huir.  Me dice: Hace tiempo que el boli no usas y la tinta, la pobre, aburría va a morir.  Venga va, empuña tu arma y ponte a escribir tó cuanto salga de tus entrañas.  Venga va, me anima el humo de esta luz que fumo pa que huyan en mí ramblas de palabras.  Pero no fluye nada, nada de nada en esta fuente el agua está ausente.  Y no fluye nada, aunque dé otra calada:en esta fuente el agua está ausente.  No fluye nada, ni sucia ni clara en esta fuente el agua está ausente.  Y no fluye nada, nada de nada, aunque dé otra calada.  Hace tiempo que no vienen a verme las musas me ponen de excusa que no pueden venir, que han ido a por colores y a las ores escuchan, y les coge la noche las invita a salir.  Y así, llevan dos meses la de colores que no habrá por ahí: es abril y no sabrán que ponerse, no sabrán que elegir.  Y a mí me da igual que vengan vestías o que v...